Ars Secreta
13feb/0810

El laboratorio del alquimista (V)

Bueno, pues después de la mudanza y de quedarme un poco más tranquilo en cuanto a trabajo, vuelvo a la carga con ARS SECRETA, tras este paréntesis más prolongado de lo habitual. Por ahora os dejo con un post ligerito, continuando con la serie de El laboratorio del alquimista.

Hoy os traigo algunas de las pinturas del holandés Thomas Wyck (1616-1677) quien, al igual que su contemporáneo David Teniers (hablamos de él en el último artículo de la serie) sintió cierto interés por plasmar el interior de los gabinetes de estudio y laboratorios de los practicantes de la Gran Obra. Su producción "alquímico-pictórica" está muy repartida por distintos museos y colecciones privadas, y sobrepasa fácilmente la docena de obras (al menos, las que yo he podido encontrar a través de la red, seguramente serán más).

Alquimista en el laboratorio

En las pinturas de Wyck comienza a verse un cambio respecto a otros artistas. En estas obras el alquimista empieza a ser representado como un científico serio, rodeado de libros y herramientas de trabajo, alejándose del modelo anterior, en el que los protagonistas aparecían en medio de alambiques y retortas, muchas veces representados con una intención crítica. Ahora son más químicos que alquimistas, un cambio lógico si tenemos en cuenta que en las fechas que Wyck pintó algunas de sus obras, comenzaba a hacerse más evidente la separación entre ambas disciplinas, hasta entonces indisolublemente unidas.

Alquimista trabajando, Museo del Louvre, París.

The Fitzwilliam Museum, Cambridge

El alquimista, Rijksmuseum, Amsterdam.

El alquimista, Museo del Hermitage, San Petesburgo.

Origen de las imágenes: Rijksmuseum (Amsterdam), Museo del Hermitage (San Petesburgo), Museo del Louvre (París), The Fitzwilliam Museum (Cambridge).

* Entradas relacionadas:

-El laboratorio del alquimista I, II, III y IV.