Un pentagrama en el Sobrarbe
Fachada de la Casa Sampietro, Lecina (Huesca). Siglo XVI. Crédito: Javier García Blanco.
Después de unas breves pero merecidas vacaciones aprovecho un momento de calma antes de la tempestad para compartir con vosotros otro ejemplo de la presencia del símbolo del pentagrama, en este caso en un marco arquitectónico. En el mes de mayo estuve unos días de viaje por el norte de la provincia de Huesca, y tuve la ocasión de visitar varias poblaciones de la bellísima comarca del Sobrarbe. En una de ellas, el pequeño y pintoresco pueblecito de Lecina, perteneciente al municipio de Bárcabo, y muy cerca del Parque Natural de la Sierra de Guara me encontré con una grata sorpresa. La localidad, hoy con una escasa población (en 1981 contaba apenas 20 habitantes), goza sin embargo de una gran riqueza arquitectónica, cultural y natural, por lo que si tenéis oportunidad, aprovecho para animaros a visitarla.
A las afueras de la población se encuentra una milenaria encina que ocupa 600 metros cuadrados, y ya en el casco urbano se conserva la iglesia de san Juan Bautista (del siglo XVIII), así como notables ejemplos de arquitectura típica de la región, en cuyos muros aún se conservan buenas muestras de blasones familiares. En una de estas viviendas, conocida como Casa Sampietro (la foto que abre este post), en la plaza principal del pueblo, me topé con la inesperada presencia de un pentagrama. La casa fue construida en el siglo XVI, y en su fachada, restaurada no hace muchos años, destaca una puerta enmarcada por un arco apuntado, con el blasón de la familia, y un poco más arriba se observa un alfeizar con varios símbolos: uno de ellos es un monograma del nombre de Cristo (IHS), otros dos son motivos geométricos con pétalos –bastante frecuentes en la región–, una especie de escudo con líneas verticales y, en medio, el citado pentagrama.
Pentagrama en el alfeizar de la Casa Sampietro, Lecina (Huesca). Crédito: Javier García Blanco.
He intentado localizar información sobre el posible significado de este pentagrama, pero ha sido en vano. Dada su ubicación –en la fachada del edificio–, lo más probable es que posea un sentido apotropaico –de protección frente al mal–, una hipótesis que se confirmaría con la presencia del monograma de Cristo, y la existencia de ejemplos similares en siglos pasados con tales usos. De este modo, se protegería a los moradores de la casa, y se evitaría la entrada del mal en su interior. Curiosamente, en el mismo pueblo se conserva una llamativa chimenea con un espantabrujas, y en numerosos pueblos de la región y otros puntos del Pirineo son habituales los esconjuraderos, construcciones abiertas a los cuatro puntos cardinales destinadas a esconjurar o ahuyentar las tormentas. Precisamente, en la localidad de Almazorre, que también tuve la ocasión de visitar, cuenta con un hermoso ejemplo.
Esconjuradero de Almazorre (Huesca). Crédito: Javier García Blanco.
En cualquier caso, es posible que tuviera también otro significado que se me escapa, por lo que si algún lector del blog conoce bien la región y ha tenido la ocasión de averiguar algún dato más extenso y exhaustivo sobre este u otros ejemplos de la región, sería un placer que lo compartiera con nosotros.
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-El simbolismo del pentagrama (y II)
-El simbolismo del Sello de Salomón
El simbolismo del pentagrama (II)
Antes de nada, me gustaría disculparme por el tremendo retraso en actualizar (más de un mes), pero como os comentaba en anteriores entradas sigo muy, muy atareado. De todos modos, intentaré "corregirme" y regresar con nuevos contenidos de forma más constante. También pido perdón a todos los que me habéis escrito y aún no he podido contestar.
Por el momento, os dejo con un par de fotografías tomadas en Sagunto. Concretamente, pertenecen a uno de los muros exteriores de la iglesia de Santa María (siglos XIV-XV), en una de cuyas ventanas encontramos un hermoso pentagrama. Este verano estuve por la ciudad de paso, y recordé que Beresit, un lector del blog, había comentado la existencia de pentagramas en el templo saguntino. Por desgracia no llevaba encima la cámara de fotos, así que tuve que conformarme con el teléfono móvil. Siento la mala calidad de las imágenes.
Os animo a que enviéis otros ejemplos que conozcáis personalmente. Saludos!
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El simbolismo del pentagrama
En una de las primeras entradas del blog hablé brevemente de la importancia que tuvo la geometría para las logias medievales de constructores. Entre las figuras geométricas más destacadas aparece sin duda el pentagrama o pentalfa, un símbolo con un complejo significado y cuyo uso se remonta a la antigüedad (ya era empleado entre los sumerios).
Tuvo una importancia enorme, y de forma muy especial, para los miembros de la Sociedad Pitagórica. Éstos consideraban a su equivalente numérico, el cinco o pentada, el "número del hombre y de la naturaleza viviente, del crecimiento y la armonía natural, del movimiento del alma"*. Era además el número de la perfección humana y simbolizaba al hombre microcósmico. Además, los pitagóricos consideraban el pentagrama como símbolo de la salud, y lo utilizaban como contraseña secreta o signo de reconocimiento entre ellos, tal y como explicó el escritor sirio Luciano de Samósata.
Entre otras peculiares características, el pentagrama contiene en sus proporciones el número áureo, phi, o "divina proporción".
Esta "fascinación" de los pitagóricos por el pentagrama fue heredada por los constructores medievales y, de este modo, podemos encontrar este símbolo en numerosos edificios levantados por ellos. Un estudioso como el profesor Santiago Sebastián, especialista en iconografía y simbología señala, al referirse a la importancia de la geometría en los templos románicos, que la "más importante como figura clave fue el pentágono, que poseía la llave de la geometría y de la sección áurea e incluso poseyó poderes mágicos"**.
Por otro lado, el pentagrama también posee una lectura puramente cristiana. En algunos casos, por ejemplo, puede simbolizar las cinco llagas de Cristo. En un célebre texto artúrico, el romance Sir Gawain y el Caballero Verde, el héroe porta en su escudo el símbolo del pentagrama, y se le relaciona con las heridas de Jesús crucificado, los cinco dedos de la mano y las cinco virtudes: generosidad, compañerismo, pureza, cortesía y misericordia.
Tiempo después, durante el Renacimiento, tuvo también un significado de microcosmos, como ejemplifica la célebre obra De occulta philosophia (1531), de Cornelius Agrippa von Nettesheim, en cuyos grabados encontramos bellas representaciones de un hombre con las extremidades extendidas y enmarcado dentro de un círculo, generando con su cuerpo un pentagrama. También Paracelso se ocupó de él, asegurando que es "el signo más poderoso de todos", y lo identifica igualmente con el microcosmos.
Y, como no, también encontramos esta sugerente figura en la simbología masónica, detalle nada extraño si tenemos en cuenta que buena parte de su iconografía procedía de los masones operativos, los maestros constructores de la Edad Media. En la masonería actual es conocido como "estrella flamígera".
En la actualidad, como todos sabréis, el pentagrama suele interpretarse a nivel popular con el satanismo, la magia y la brujería, identificándose con el Maligno, sobre todo si aparece representado con dos "puntas" hacia arriba. Parece ser que el culpable de esta identificación es el ocultista francés del siglo XIX Éliphas Lévi, quien lo puso en relación con el no menos célebre baphomet.
Sin embargo, ya hemos visto que con anterioridad, la lectura que puede hacerse de este símbolo es positiva, y así fue entendida a lo largo de la historia. Algunos autores, como Matila C. Ghyka, creen que su uso permitió transmitir el conocimiento esotérico de los pitagóricos siglo tras siglo, pasando a manos de los maestros constructores a través de los trazados geométricos utilizados en la arquitectura.
En el libro recojo varios ejemplos en los que aparece la misteriosa figura. Uno de ellos es San Bartolomé de Ucero, en Soria, que ya vimos por aquí hace unas semanas (Por cierto, el pentagrama aparece también en varias marcas de cantería de la iglesia). Como expliqué brevemente en aquel post, este templo soriano ha sido atribuido de forma habitual con la Orden del Temple, aunque no existe forma de demostrarlo documentalmente.
Sin embargo, otros edificios cuyo templarismo sí está confirmado de forma fehaciente, también están "marcados" por este símbolo. En Tomar, localidad portuguesa fundada por los templarios, encontramos la figura del pentagrama en numerosos lugares. Por ejemplo, en la bella iglesia de Santa María do Olival, donde se observa un pentagrama en el óculo que hay sobre el ábside. También había otro justo sobre la puerta de entrada, aunque hoy está desaparecido y sólo puede apreciarse en diseños del templo.
De vuelta en España, vemos también un pentagrama en la iglesia burgalesa de San Juan de Castrojeriz (imagen de arriba), con un aspecto muy similar al que encontramos en Santa María do Olival.
Más ejemplos arquitectónicos: en la catedral de Amiens encontramos varios pentagramas en las hermosas vidrieras, uno de ellos realmente espectacular, en el rosetón del transepto norte (sobre estas líneas y la fotografía que arranca este post). Hay otros en la catedral de Notre-Dame de París, en un rosetón pentagonal de una vidriera o en la "rosa" norte de Saint-Ouen en Rouen.
Mis preferidos son el de Amiens (im-presionante) y los de San Bartolomé, formados con "corazones" entrelazados. Otro día publicaré más ejemplos. ¿Conoces tú alguno? ¿Por qué no los compartes con todos nosotros?
PD: Queda pendiente otro post sobre el Sello de Salomón, otro símbolo geométrico de gran importancia.
* ESTEBAN LORENTE, Juan Francisco. Tratado de Iconografía. Ed. Istmo. Madrid, 1990.
** SEBASTIÁN, Santiago. Mensaje simbólico del arte medieval. Ed. Encuentro. Madrid, 1996.
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