El laboratorio del alquimista (III)
Tras un silencio más prolongado de lo habitual, hoy os traigo una nueva entrega de la serie El laboratorio del alquimista. En esta ocasión quería hablar de una pintura del artista flamenco Jan van der Straet, más conocido como Giovanni Stradanus o Stradano (Brujas 1523 - Florencia 1601).
Stradanus pasó su primera etapa artística en Amberes, donde formó parte de la Cofradía de pintores de San Lucas, pero en 1550 se trasladó a Florencia, entrando a formar parte de los artistas que trabajaban para la familia Médici. Y precisamente, la pintura que acompaña estas líneas, titulada Francisco I experimentando, representa a este miembro de los Médici (abajo a la derecha, con barba) en medio de alambiques y retortas de alquimista.
El cuadro, que data de 1570 y mide 117 x 85 centímetros, tiene una curiosa historia detrás. En realidad no fue concebido como una obra independiente, sino que forma parte del llamado Studiolo de Francisco I en el Palazzo Vecchio de Florencia. Al igual que muchos otros poderosos a lo largo de la Historia, Francisco I de Médici, Gran Duque de Toscana, se mostró vivamente interesado por ciertas doctrinas heterodoxas (ya vimos en anteriores ocasiones que era algo bastante habitual). El hijo de Cosme I se mostró poco atraído por la política, y decidió entregar su tiempo y su dedicación al estudio de la ciencia, la alquimia y las artes en general.
Resultado de estas aficiones es el citado Studiolo, una pequeña habitación o aposento en el que Francisco quiso reunir numerosos objetos extraños, curiosos o extravagantes que había ido recopilando con los años. Esta costumbre de crear un Gabinete de Maravillas fue bastante habitual entre algunos nobles y monarcas, como es el caso del emperador Rodolfo II, otro personaje de noble cuna fascinado por el ocultismo y el hermetismo (otro día nos ocuparemos de él). Al parecer, el Studiolo no fue utilizado únicamente como gabinete para albergar rarezas, sino que su propietario lo empleó también como laboratorio alquímico, oficina y lugar para ocultarse.
Su creación se remonta al invierno de 1569-70, fecha en la que el Médici encargó la decoración de la pequeña estancia. El proyecto estuvo dirigido por el célebre Giorgio Vasari, aunque con la ayuda de Vincenzo Borghini –en aquel entonces a la cabeza de la Academia– y se encargaron pinturas a distintos artistas, entre ellos a Stradanus.
La decoración del Studiolo se organizó principalmente en torno a los 4 elementos –tierra, aire, fuego y agua–, aunque también se tuvieron en cuenta las 4 estaciones y los 4 temperamentos. De este modo, los distintos objetos que había reunido Francisco I se custodiaron en 19 armarios distribuidos en los cuatro muros de la estancia (muro tierra, muro aire, muro fuego y muro agua). Junto a cada uno de estos armarios se dispuso una pintura representando una escena relacionada con los objetos guardados allí. Una de estas pinturas era, precisamente, la que he escogido hoy, en la que se puede ver el interior de un laboratorio alquímico, en el que trabaja afanosamente el mismísimo Francisco I.
Por lo visto, la colección de rarezas de Francisco I creció tanto que el Studiolo se quedó pequeño, y fue desmantelado a finales del siglo XVI. Las pinturas y esculturas allí conservadas se dispersaron, situación que se prolongó hasta 1910, fecha en la que volvió a montarse el Studiolo. Sin embargo, parece ser que se "reconstruyó" de forma incorrecta.
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