Ars Secreta
21jun/078

Hoy se abren las puertas del infierno…

janus-vatican_thumbnail.jpg Tranquilos, que nadie se asuste... no vamos a sufrir una invasión de demonios del averno (al menos eso espero ;-) ). Me he permitido la licencia de usar ese titular por un motivo concreto. Hoy, 21 de junio, es la fecha en el hemisferio norte (en el sur ocurre al contrario) del solsticio de verano. Arranca oficialmente la estación más calurosa del año y hoy el día tiene más horas de luz que ningún otro.

Como ya comentamos en el blog en su momento, los antiguos romanos contaban entre su nutrido panteón de dioses con la figura de Jano (Janus en latín), el dios de los solsticios. Era también el dios de las puertas, de todos los inicios y de los finales. Poseía una rica iconografía –de la que algún día hablaremos más a fondo–, en la que lo más destacado era su representación con dos rostros, cada uno de ellos mirando en direcciones opuestas. De ahí que se le denomine también como Jano bifronte.

En lo que respecta a la temática de este blog, lo que más nos interesa de él es que los collegia fabrorum (las cofradías de constructores romanos) le rindieron una devoción especial, siendo su patrón.

Como decía más arriba, se consideraba a Jano el dios de los solsticios, las «puertas solsticiales» o «puertas del cielo». Así, el solsticio de verano era llamado janua inferni, la "puerta del infierno" o de los hombres, y el solsticio de invierno, janua coeli, la "puerta de los dioses". Además de patrón de los constructores, Jano era para los romanos el dios de la iniciación a los misterios. Era la «puerta», no sólo solsticial, sino también iniciática.

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Esta devoción se transmitió a los canteros medievales y pasó a la iconografía y la religión cristiana bajo el culto a los dos «san Juan»: el Bautista, que tiene su festividad el 24 de junio (solsticio de verano), y el Evangelista, que tiene su festividad el 27 de diciembre (solsticio de invierno). Hay casos muy significativos en este sentido, en los que esta pervivencia es evidente. Jean Hani, profesor emérito en la Universidad de Amiens, menciona un notable ejemplo en la basílica francesa de Saint-Remi, en Reims: «En una vidriera aparece un único san Juan, que engloba en una sola figura al Precursor y al Evangelista, fusión subrayada por la presencia, sobre la cabeza, de dos girasoles (los dos solsticios) dirigidos en sentido opuesto: una especie de Jano cristiano, en suma».

No es el único caso. Otro día hablaremos de la presencia de zodiacos en iglesias y catedrales medievales. Hoy es suficiente con comentar que junto a algunos de estos zodiacos, generalmente esculpidos en las fachadas de los templos, y a ambos lados de Cristo, aparecen en ocasiones los "dos Juanes". Están marcando, de este modo, las fechas de los solsticios. ¿Qué simboliza esto? Como bien explica de nuevo Hani:

Del mismo modo que ellos ‘abren’ los dos períodos de la historia marcados por las dos venidas del Salvador, igualmente, en el plano cósmico, ‘abren’ las dos fases del ciclo anual, símbolo reducido del ciclo universal del tiempo y la historia; y en esta función, han reemplazado, desdoblándolo por así decirlo, al Jano bifronte, del que los Collegia fabrorum, antepasados de los constructores de catedrales, celebraban la fiesta en los dos solsticios.

Además, la división en la janua inferni y la janua coeli aparece también en algunas representaciones medievales del Juicio Final, en las que se divide la escena en dos partes: por un lado, los condenados que van al infierno –descienden, igual que el Sol a partir del solsticio de verano, o janua inferni– y, por otro, aquellos que se salvan –ascienden, al igual que el Sol tras el solsticio de invierno, o janua coeli.

En los templos medievales las representaciones de Jano son bastante habituales –además de los casos mencionados–, sobre todo en los zodiacos. Os pongo las imágenes de varios ejemplos. La primera corresponde a una representación del dios existente en la catedral de Amiens, en una serie de los trabajos de los meses. La segunda y la tercera proceden de la catedral de Chartres, también en Francia. En ésta última imagen Jano –aunque no se aprecia en la fotografía– está rodeado de símbolos del zodiaco.

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Por supuesto, y como algunos de vosotros ya habréis adivinado, este culto a Jano, y más tarde a los «dos san Juan» en las logias medievales, se conserva en la masonería actual, pues tanto las fiestas solsticiales como los dos «Juanes» tienen gran importancia.·.

Eso es todo. ¡Feliz solsticio! y ¡Feliz noche de San Juan el sábado! (ojito con las hogueras) ;-)

PD: Por cierto, en algunos sitios ya lo están celebrando...

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24dic/061

¡Feliz solsticio de invierno!

Hoy, 24 de diciembre, el mundo cristiano celebra la Nochebuena, la víspera del nacimiento del Mesías, Jesucristo. A pesar de la tradición piadosa, todos los estudiosos saben en la actualidad que, en realidad, la elección de esta fecha para señalar el nacimiento de Jesús no es más que una adaptación de una creencia pagana anterior.

En fechas muy tempranas (siglo IV) el cristianismo se apropió de la fecha del 25 de diciembre –el Dies Natalis invicti o Natividad del Sol invencible– para celebrar la natividad de Jesús, fecha en aquel momento asociada a divinidades romanas y ya utilizada anteriormente por otras confesiones religiosas de diversas culturas. La elección de esta fecha se debía a que dichos cultos celebraban el solsticio de invierno, momento en el que el Sol culmina su descenso para después iniciar de nuevo su ascenso triunfante. De este modo, en la antigüedad identificaron esa fecha con la de la resurrección del Sol, la festividad del Sol Invictus (Sol invencible) asociada después al propio Cristo .

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Estatua del dios Jano. Museos Vaticanos.

Quisiera aprovechar para hacer mención a la especial veneración que las corporaciones de constructores romanos rindieron a un dios en particular. Se trata del dios Jano (Janus en latín). Esta deidad destaca, entre otras cosas, por aparecer siempre representada con dos rostros, cada uno de ellos mirando en dirección opuesta. Esta imagen se conoce como «Jano bifronte», y tan peculiar iconografía procede del hecho de que era el dios de los comienzos y los finales —de ahí que se diera su nombre al mes de enero, januarius, en inglés january, el mes que inicia el año—. Pero más importante era aún que se consideraba a Jano el dios de los solsticios, las «puertas solsticiales» o «puertas del cielo». Así, el solsticio de verano —fecha a partir de la cual la luz diurna se va reduciendo diariamente— era llamado janua inferni, la puerta del infierno o de los hombres, y el solsticio de invierno, janua coeli, la puerta de los dioses. Además, esta divinidad era para los miembros de los collegia fabrorum romanos –los constructores–, el dios de iniciación a los misterios...

Otro día hablaremos de la pervivencia de la veneración a Jano entre las logias de canteros medievales, aunque bajo la forma de los dos juanes –Bautista y Evangelista–, cuyas festividades coinciden precisamente con los dos solsticios. Como veremos en su momento, su representación guarda más de una similitud con la del dios romano.

Lo dicho, ¡Feliz solsticio de invierno!