Ars Secreta
7mar/0717

San Bartolomé de Ucero, en imágenes

En Ars Secreta dedico un capítulo entero a la fascinante ermita de San Bartolomé de Ucero, un edificio atribuido por muchos autores a la célebre y polémica Orden del Temple, a pesar de que no existe documentación que permita atestiguar de manera fehaciente su origen (la identificación con la iglesia templaria de San Juan de Otero que hacen algunos autores es errónea, tal y como explico en el libro).

Sea cual sea su filiación –creo que en realidad eso es lo menos importante–, lo cierto es que este edificio y el enclave en el que se encuentra ubicado (el impresionante cañón del Río Lobos) constituyen una buena excusa para hacer una escapada de fin de semana.

Por motivos de espacio, en el libro no pude incluir todas las fotografías que habría querido, en especial aquellas en las que se aprecian algunos de los enigmáticos canecillos que adornan el templo. Aprovechando las ventajas que nos ofrece la red, he subido varias de estas imágenes a mi espacio en Flickr!, para que podáis ver todas las figuras que se mencionan en el capítulo en cuestión. Sobre todo no perdáis detalle de la extraña "H" de la fachada, del hombre barbudo y su frente, y de los bellos pentagramas creados mediante "corazones" entrelazados.

29dic/061

San Baudelio de Berlanga

Ermita de San Baudelio de Berlanga (Soria). Vista exterior. Crédito: Javier García Blanco.

Aprovechando estas mini-vacaciones navideñas, he hecho un viaje relámpago hasta uno de los edificios más bellos y sugerentes de nuestra península. Me refiero a la pequeña ermita de San Baudelio de Berlanga (siglo XI), situada entre las localidades sorianas de Caltojar y Casillas de Berlanga. Tal y como explico en el segundo capítulo del libro, el edificio soriano es una demostración de que, muchas veces, las apariencias engañan.

Y es que, cuando uno se va acercando hasta la ermita, su aspecto exterior no deja adivinar las maravillas que se esconden en su interior. Aparentemente sencilla, al traspasar la puerta de entrada –de aire claramente exótico– descubrimos que la primera impresión es equivocada. Tanto la imponente e impactante columna-palmera, como su bosque de columnillas y sus bellas pinturas (posteriores a la fábrica del edificio), demuestran que estamos ante un templo que, aunque modesto, debió tener una importancia significativa para los eremitas que allí vivieron.

No voy a ahondar aquí en su fascinante arquitectura (explicada con más detenimiento en el libro), ni tampoco en la polémica y triste historia del expolio de sus pinturas, hoy repartidas entre el museo de The Cloisters de Nueva York, el Museo del Prado y el propio templo.

Sin embargo, sí me gustaría animaros a todos a que visitéis este inigualable enclave (el viaje desde Madrid o Zaragoza es de poco más de dos horas en coche), un notable ejemplo de arquitectura mozárabe. Además de pasar un buen rato disfrutando de este bello edificio, podéis sumergiros en sus sugerentes misterios. Dos pistas: prestar atención a la gruesa columna y, si no sois claustrofóbicos, visitar durante algunos minutos la cueva existente bajo el templo.

La espectacular 'palmera' de San Baudelio de Berlanga.

La espectacular columna-palmera de San Baudelio de Berlanga.

Añado una cita de la guía "oficial" de la ermita, que puede adquirirse allí mismo por sólo 10 euros, y que creo resume a la perfección el espíritu del templo soriano:

"Al visitar San Baudelio, el observador de nuestro tiempo puede sentir, además de la sorpresa y el sobrecogimiento que produce la contemplación de su realidad insólita, una peculiar experiencia cultural y espiritual. La ermita parece a un tiempo iglesia y mezquita (o 'mezquitilla', como algunos prefieren denominarla). Sus diversas estancias –cueva, nave, ábside, tribuna, coro– son como microespacios de un pequeño laberinto diseñado para una liturgia de cábala y simbolismos, cuyas claves no es fácil de descifrar hoy. En estos reducidos ámbitos, decorados con una plástica interiorista, uno puede sentirse extrañado, y hasta en verdad perdido, aunque tal actitud sea tal vez la más apropiada para al final de la experiencia poder encontrarse", Agustín Escolano Benito. San Baudelio de Berlanga. Guía y Complementarios. (Necodisne Ediciones, 2005).