Ars Secreta
31oct/091

Noche de Halloween… con Goya

Esta noche las brujas, espíritus, demonios y otros seres de la oscuridad campan a sus anchas por todos los rincones, así que en ARS SECRETA tampoco podían faltar. Para compensar un poco el imparable carácter anglosajón que va adquiriendo la celebración en España (más divertida, en cualquier caso, que nuestras tradicionales costumbres católicas), he pensado que podría compartir con vosotros algunas obras de un paisano mío al que todos conocéis: Francisco de Goya.

Os dejo con algunas de sus pinturas de temática brujeril, sobrenatural e incluso demoníaca. Otro día, con algo más de tiempo, hablaremos del genio aragonés con más calma.

El Aquelarre (1798), Francisco de Goya.

El Aquelarre (1798).

Aquelarre o Gran Cabrón (1819-23), Francisco de Goya.

Aquelarre o Gran Cabrón (1819-23).

Escena de exorcismo o San Francisco de Borgia en el lecho de un penitente (1788).

Escena de exorcismo o San Francisco de Borgia en el lecho de un penitente (1788).

El embrujado (1798), Francisco de Goya.

El embrujado (1798).

Os dejo también algunos enlaces a otras entradas similares, por si os apetece hacer un repaso a temas macabros, oscuros y brujeriles. ¡Disfrutad de la noche! ;-)

-Las brujas de Frans Francken el Joven

-El arte macabro de Hans Baldung Grien

-Calendario mágico

-Las brujas de Salvator Rosa

-La bruja, de Benedetto Montagna

-El diablo no bromea…

-El infierno de El Bosco, en alta resolución

-El príncipe de las tinieblas I

-El príncipe de las tinieblas II

-El príncipe de las tinieblas III

30sep/098

El Rey Blanco y las artes oscuras

Hans Burgkmair el Viejo.En ocasiones anteriores ya he hablado aquí del notable interés que manifestaron numerosos personajes poderosos como Felipe II, el emperador Rodolfo II o la reina Cristina de Suecia, entre otros, por cuestiones "ocultas" o esotéricas, y cómo dichos intereses propiciaron la creación de hermosas y singulares obras de arte.

La obra que quiero compartir con vosotros (la tenéis un poco más abajo) es un grabado realizado por el artista Hans Burgkmair el Viejo (1473-1531), contemporáneo de Durero. Dicha obra lleva el sugerente título de El deseo del Rey Blanco por aprender las artes oscuras, y lo más sorprendente de todo es que el citado "rey blanco" (Weiss Kunig, en alemán), no es otro que el emperador Maximiliano I. El grabado, cuyo simbolismo explicaré un poco más abajo, es uno de los cientos que aparecen en el libro Der Weisskunig (El Rey Blanco), una biografía del propio Maximiliano escrita por Marx Treitzsaurwein –siguiendo dictados del emperador– cuyas dos primeras partes están dedicadas a relatar la vida de sus padres, así como su propio nacimiento y educación, desde la infancia hasta la juventud. Esta voluminosa obra tenía también una tercera parte que relataba la vida política de Maximiliano, y su contenido fue personalmente dictado por el monarca. Además, la obra está decorada con numerosos grabados, obra de Leonard Beck, Hans Schäuffelein, Hans Springinklee y el citado Burkmair.

Hans Burgkmair

El deseo del Joven Rey Blanco por aprender las artes oscuras. (Imagen: Kintzertorium / Flickr)

Volviendo a la obra que nos interesa, el grabado de arriba, pertenece concretamente a la segunda parte de la biografía, la dedicada a la educación del joven Maximiliano. En el centro de la imagen aparece el futuro emperador, acompañado por un clérigo que le muestra un libro abierto.Flanqueándolos, destacan cuatro figuras. A la izquierda, una mujer vieja, con una bolsa en una de las manos, sostiene penosamente en su espalda la figura monstruosa de un pequeño demonio. En la derecha, un monje con un libro bajo el brazo y, sobre él, surgiendo entre las nubes, aparece la figura de un ángel. La parte superior, como podéis ver, está ocupada por el firmamento nocturno, cuajado de estrellas. Curiosamente, de dos de ellas cuelgan sendos libros, sostenidos por cadenas.

Teniendo en cuenta el título del grabado y la curiosa escena que acabo de mencionar, podría pensarse que Maximiliano está siendo aleccionado en los secretos de la magia negra. Sin embargo, el verdadero mensaje es muy diferente, tal y como se explica en las propias páginas del libro. En realidad, la intención de la obra de Burgkmair era igualar al joven emperador con Cristo pues, al igual que éste, habría sido "tentado por el diablo", en su caso a través de un inicial interés por las artes oscuras, de moda en la época. Así, las figuras de la izquierda (viaje/bruja y demonio) son el símbolo del mal, mientras que las de la derecha (monje y ángel), representan al bien. Los dos libros, sostenidos por arte de magia desde las estrellas, contienen los saberes ocultos (y contrarios a la fe cristiana) de las artes oscuras. El texto del capítulo que decora este grabado aclara que el joven Maximiliano logra rechazar la tentación del diablo, venciendo así al mal.

Páginas iniciales de Der Weisskunig.

Páginas iniciales de Der Weisskunig.

Aunque el ejemplo anterior deja claro el rechazo del monarca hacia la brujería y la magia negra, lo cierto es que Maximiliano, al igual que otros muchos personajes poderosos de su tiempo (eclesiásticos incluidos) se dejó seducir por otras prácticas poco ortodoxas, y de forma especial por la astrología. A lo largo de su vida, el emperador manifestó en varias ocasiones su certeza de que la disposición de los astros en el horóscopo de su nacimiento no era demasiado favorable, aunque por fortuna este aspecto negativo había quedado, según creía, atemperado por la benevolencia de la "providencia divina".

Este interés del emperador por el influjo de los astros queda de manifiesto en otros dos grabados de Burgkmair, también incluidos en Der Weisskunig. De uno de ellos, titulado precisamente Cómo el Joven Rey Blanco aprendió el arte de la astrología (correspondiente al capítulo 22), no he encontrado por desgracia una imagen de buena calidad. De todos modos, y por su interés, incluyo aquí una versión en tamaño reducido.

Cómo el Joven Rey Blanco aprendió el arte de la astrología.

Cómo el Joven Rey Blanco aprendió el arte de la astrología.

El segundo, en el que se muestra el nacimiento del futuro monarca –en este caso si contamos con una imagen mayor–, evidencia de nuevo su interés por dicha disciplina. En el grabado, correspondiente al capítulo 14, como podéis ver un poco más abajo, aparece una mujer (probablemente una niñera), sosteniendo en sus brazos al recién nacido. Sobre ambas figuras descubrimos otra vez un cielo estrellado, pero en esta ocasión hay otro detalle que llama la atención: la Luna y tres estrellas emiten un curioso resplandor que desciende hasta las dos figuras, dando a entender el influjo que los astros ejercen sobre el recién nacido.

Der Weisskunig, capítulo 14.

Der Weisskunig, grabado para el capítulo 14.

En lo que respecta al artista, Burgkmair, hay que señalar que estas no son las únicas obras en las que abordó temáticas "mágicas" o "esotéricas". Otros de sus grabados muestran también escenas de brujería, magia o temas macabros. Pero eso ya es otra historia…

Entradas relacionadas:

-Puertas Mágicas

-Melancolía I, de Durero

29abr/093

Las brujas de Frans Francken el Joven

1lo

Continuando con la línea iniciada al hablar de algunos pintores interesados en temas macabros y brujeriles, como Hans Baldung Grien, Benedetto Montagna o Salvator Rosa, hoy os traigo a otro artista, en este caso flamenco, llamado Frans Francken el Joven. Nacido en Amberes en 1581, Frans perteneció a una familia de artistas de gran talento (su padre, su tío, su hermano y su hijo también fueron destacados pintores), siendo él su mayor exponente.

Aunque su producción artística más valorada consiste en obras de temática histórica, alegórica y bíblica, y especialmente las llamadas pinturas de "galerías de arte", en las que representaba colecciones de arte, mi interés por Francken procede de su gusto por la temática brujeril. En su mayoría se trata de escenas de aquelarres o de preparación para los mismos, en los que el artista flamenco representa numerosas figuras: brujas que preparan pócimas y ungüentos, pequeños demonios y criaturas monstruosas, símbolos mágicos... Son generalmente ambientes oscuros, repletos de humo y llamas, y muy a menudo tienen lugar en el interior de cocinas y recintos similares. Si os fijáis bien en las imágenes, descubriréis en todas ellas símbolos mágicos u ocultistas, que en la época se atribuían a las brujas. En la época en la que Francken desarrolló su creación, la persecución a las supuestas brujas estaba en pleno auge en Europa y, en este sentido, sus obras constituyen un buen ejemplo de la imagen que se tenía en aquellos años de las mujeres que supuestamente practicaban la brujería.

A continuación os dejo con algunas de sus obras de esta temática. La pintura de arriba, que abre este post, se titula Sabbath o La reunión de las brujas (1607) y se encuentra en el Kunsthistorisches Museum (Museo de Historia del Arte) de Viena. Como siempre, si pincháis sobre ellas podéis verlas en mayor resolución. Espero que os gusten.

El sabbath de las brujas (1606) - Victoria and Albert Museum, Londres

El sabbath de las brujas (1606) - Victoria and Albert Museum, Londres

Reunión de brujas (1610) - Pinacoteca de Munich

Reunión de brujas (1610) - Pinacoteca de Munich

La cocina de las brujas (1610) - Kunsthistorisches Museum, Viena

La cocina de las brujas (1610) - Kunsthistorisches Museum, Viena

Homenaje al diablo (Boceto) - Museo de la Albertina

Homenaje al diablo (Boceto) - Museo de la Albertina

-Entradas relacionadas:

-El arte macabro de Hans Baldung Grien

-Calendario mágico

-Las brujas de Salvator Rosa

-La bruja, de Benedetto Montagna

16ene/095

Calendario mágico

coverEsta es una de esas sopresas que me encuentro de vez en cuando mientras voy buscando información sobre alguna otra cosa, y que aparecen cuando menos te lo esperas. Las imágenes que tenéis bajo estas líneas pertenecen a un Calendrier Magique (Calendario mágico) para 1896 editado en París el año anterior por la galería L'Art Nouveau. Se trata de una obra que muestra el interés que existió a finales del siglo XIX por todas las temáticas ocultistas, y en especial por la magia, el espiritismo o el culto al diablo. Las ilustraciones son obra del pintor e ilustrador italiano Manuel Orazi (1860-1934), quien desarrolló un estilo a medio camino entre el simbolismo y el modernismo. Por la poca información que he encontrado sobre él destacó especialmente como ilustrador de diversas revistas y libros de la época, alcanzando cierto éxito en dicha labor.

En cuanto al Calendario Mágico, pocos datos he podido encontrar. Únicamente que se hizo una edición de 777 ejemplares (probablemente la cifra fue un guiño a la tradicional atribución de propiedades mágicas al número 7), y que se conserva una copia de la insólita obra en la división de Colecciones de Manuscritos y libros raros de la Biblioteca de la Universidad de Cornell. Sin duda, toda una rareza :-) Os dejo con algunas de las ilustraciones realizadas por Orazi para los distintos meses de ese mágico 1896 (click en las imágenes para ampliar). Si queréis ver el trabajo completo, podéis hacerlo en esta dirección de la citada Universidad de Cornell. Por cierto, allí encontraréis también una curiosa colección de imágenes titulada The Fantastic in Art and Fiction, repleta de grabados e ilustraciones sobre brujería, demonios y monstruos varios.

1b

2b

3bAugustus

(Imágenes procedentes de: Cornell University Library)

14ago/083

Las brujas de Salvator Rosa

Se dice de él que vivió un tiempo entre bandidos, tenía fama de “poco ortodoxo y extravagante” así como de “eterno rebelde”, y cultivó por igual la pintura, el grabado, la música, la poesía y el teatro. Fue enemigo de Bernini y se granjeó envidias y enemistades con otros muchos artistas y mecenas, e incluso se dice de él que formó parte de la llamada Compagnia della Morte, un grupo un tanto siniestro dedicado al insólito “deporte” de cazar españoles por las calles. Sin duda alguna, Salvator Rosa se convirtió por derecho propio en uno de los genios artísticos más singulares del siglo XVII en Italia.

Aunque su padre, Vito Antonio de Rosa, quiso que siguiera la carrera eclesiástica, Salvator llevaba el arte en la sangre, y pronto consiguió practicar su gran pasión, aunque fuera a escondidas, ayudado por su tío y su cuñado. Hoy lo traigo hasta ARS SECRETA porque, entre su destacada producción artística, sobresalieron algunas obras de temática fantástica, repletas de alusiones brujeriles, sobrenaturales y siniestras.

Entre sus obras que cumplen estas características encontramos, por ejemplo, Saúl y la bruja de Endor (actualmente en el Museo del Louvre), en la que se representa el pasaje bíblico descrito en el Primer Libro de Samuel. Según cuenta la Biblia, el rey Saúl, atemorizado por su próximo enfrentamiento con los filisteos, quiso consultar a Dios para conocer su destino. Al no recibir respuesta, ordenó que buscasen a una adivina, a pesar de que él mismo había prohibido tales prácticas. Fue así como le llevaron ante la bruja de Endor, una nigromante que le permitió contactar con el espíritu del profeta Samuel. Saúl descubrió así que Dios le había abandonado y que David será su sucesor.

Saúl y la bruja de Endor

Saúl y la bruja de Endor

El personaje que vemos a la derecha del cuadro es Samuel, envuelto en una fantasmagórica mortaja. Ante él, aterrorizado, se postra el rey Saúl. Sobre él se observa a la bruja, una anciana que realiza sus hechizos, así como a una cohorte de seres de las tinieblas.

La descripción que aparece del cuadro en la web del Museo del Louvre explica que Rosa se sintió fascinado por “lo desconocido y los misterios de la mente”, que el pintor visitaba a menudo en Nápoles ambientes eruditos en los que se trataban habitualmente temas relacionados con la brujería.

Brujas en sus encantamientos

Brujas en sus encantamientos

Otra obra de temática similar, en este caso custodiada en la National Gallery de Londres, es Brujas durante sus encantamientos (1646). La ficha descriptiva del propio museo la califica como “el ejemplo más ambicioso” en cuanto a temática sobrenatural de las que se conservan entre la obra de Rosa. En la obra se observan varias figuras que practican encantamientos, con toques tan siniestros como la aparición de un ahorcado en un árbol.

Os dejo con algunas imágenes de varias de sus obras.

La fragilidad humana

La fragilidad humana, Fitzwilliam Museum, Cambridge

Autorretrato

Autorretrato

Entradas y enlaces relacionados:

El arte macabro de Hans Baldung Grien
La bruja, de Benedetto Montagna
Saúl y la bruja de Endor (Museo del Louvre)
Witches at their incantations (The National Gallery) – Permite ampliar la imagen por partes.
Escenas de brujas - The Cleveland Museum of Arte
The Genius of Salvator Rosa (Giornale Nuovo)