Los demonios de John Henry Fuseli
Te despiertas en mitad de la noche y, cuando te dispones a moverte o intentas abrir los ojos, descubres horrorizado que eres incapaz de mover un músculo. Quieres hablar, despertar a tu pareja o a tus padres, pero tus cuerdas vocales y tus labios se niegan a responder. Intentas gritar en busca de ayuda, pero el sonido queda ahogado en tu garganta. Si finalmente consigues elevar los párpados, es posible que tu terror se multiplique hasta los límites de lo imaginable, pues a los pies de tu cama, o junto a tu almohada, percibes una extraña figura, un ser monstruoso que te observa y que parece tener control absoluto sobre ti.
Finalmente consigues moverte. Te incorporas con el corazón desbocado, sudando copiosamente, y descubres que todo ha desaparecido. No hay nada extraño a tu alrededor. Pero ha sido tan real... Es posible que alguna vez hayas experimentado esta inquietante y terrorífica sensación. Hoy, los psiquiatras y especialistas en trastornos del sueño conocen bien estos episodios. Existe numerosa literatura científica al respecto, y los síntomas que he descrito un poco más arriba reciben el apelativo de "parálisis del sueño".
Es algo mucho más común de lo que pueda pensarse, y buena parte de la población lo ha sufrido al menos una vez en su vida. Es más habitual en personas que sufren epilepsia o narcolepsia, pero también es frecuente en individuos sanos. Muy a menudo se produce en periodos de gran cansancio, o si se ha abusado de alcohol o sustancias psicotropicas. Explicándolo en lenguaje llano, el cerebro se despierta antes que el resto del cuerpo, que permanece "bloqueado", como en algunas fases del sueño, para evitar que nos lastimemos durante sueños o pesadillas muy vívidas. Somos conscientes de todo lo que sucede a nuestro alrededor, pero no podemos mover un músculo. En este estado, suelen sumarse otras alteraciones del sueño, como alucinaciones hipnopómpicas o hipnogógicas –dependiendo de si se producen antes de quedarnos dormidos o al despertar–, y que a menudo se traducen en esas visiones de seres monstruosos que he descrito antes. Todo es una jugarreta de nuestra mente, pero la experiencia para quien la sufre es auténtica... y sumamente terrorífica.
¿Por qué os cuento todo esto? Ayer estaba releyendo uno de los blogs que suelo visitar habitualmente, Philo Ousia, y me encontré con un interesantísima entrada sobre el cuadro La pesadilla, del pintor preromántico John Henry Fuseli (la imagen que abre este post). En este artículo se analiza una de las teorías presentadas por los historiadores para explicar la extraña e inquietante escena plasmada en la pintura. En el blog que os menciono se plantea una interpretación de índole psicológica, con implicaciones sexuales, relacionada con un episodio amoroso frustrado del propio Fuseli. Es muy posible que esta interpretación sea correcta, pero indudablemente el artista aprovechó los relatos populares sobre la Old Hag (Vieja Bruja), que no es otra cosa que la explicación sobrenatural que muchas culturas han dado a lo largo de la historia a las experiencias de parálisis del sueño. Los célebres íncubos y súcubos de otras épocas.
Como digo, esta lectura me ha motivado a hablaros sobre Fuseli y su obra, plagada de seres oscuros, de demonios, espíritus y criaturas de la noche. Johann Heinrich Füssli nació en Zurich en 1741, aunque pasó gran parte de su vida en Inglaterra, por lo que es más conocido como John Henry Fuseli. Era hijo de un pintor especializado en retratos, sumamente culto y que, como es lógico, supuso una gran influencia en su futura vocación artística. Se da la circunstancia de que, además, el hogar paterno era lugar de reunión de los líderes del movimiento prerromántico Sturm und Drang (Tormenta e ímpetu): Pestalozzi, Lavater y Bodwer.
Con apenas unos años, el pequeño John pasaba el rato copiando grabados suizos de los siglos XVI y XVII, muchos de ellos de temática violenta. Algunos años después, en plena adolescencia, se adentra en escenas eróticas y macabras. Cuando finalmente se traslada a Inglaterra, comienza a representar pasajes de la obra de Shakespeare, aunque siempre escoge aquellos pasajes de carácter más oscuro y misterioso, y a menudo aplica un particular toque erótico.
Tras esta primera etapa británica emprende un viaje a Italia, pasando por Roma, y se impregna del arte de los manieristas y, en especial, de la obra de Miguel Ángel, de quien más tarde se verá profundamente influido. En su viaje de regreso a Inglaterra hizo una parada en su ciudad natal, y al recalar finalmente en Londres ingresa en la Royal Academy. En este punto su obra se hace mucho más oscura, incluyendo representaciones infernales y demoníacas, y temas fantasmales. Más o menos de esta época data La pesadilla (1781), pintura que le valió el reconocimiento y que exhibió en la Royal Academy. El éxito de esta obra fue tal que realizó varias versiones, algunas en fechas tan tardías como 1802, y décadas más tarde otros artistas realizaron grabados de las mismas. El tema de la visita nocturna de seres de pesadilla se aprecia también en El íncubo abandona a las jóvenes durmientes (1793).
Destacan también sus pinturas inspiradas en el poema El paraíso perdido, de Milton –obra que tradujo al alemán Bodwer, el amigo de su padre– y en las que también dio rienda suelta a su nutrida hueste de demonios, fantasmas y seres de pesadilla.
En los últimos años de su vida orientó su pintura hacia temas históricos y con un enfoque más realista, aunque siempre conservó su particular estilo, en algunos casos considerado por varios especialistas como anticipo del expresionismo. Sin duda alguna, la obra de Fuseli es una de las más fascinantes de su época, y es difícil evitar que su contemplación nos llene de inquietud y desasosiego. Por si fuera poco motivo para conocer más a fondo su obra, hay que decir que sus pinturas sirvieron de inspiración de otro genio extravagante, William Blake. Y ya que lo menciono, el artículo sobre el genial Blake ya está casi listo. Iba a publicarlo hoy, pero temiendo sufrir esta noche una pesadilla si no os hablaba de Fuseli, ha tenido que esperar...
-Más información:
* La pesadilla de Fuseli en una exposición sobre horror y sexo gótico
* Galería de imágenes en Wikimedia Commons
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12 noviembre, 2007 - 14:25
Le adjunto un texto de Pilar Pedraza acerca de “La Pesadilla”, uno de los ensatos más curiosos que he leído sobre esta obra y que se incluye “La Bella, Enigma y Pesadilla” (libro que seguro ha leído, pero que si no le recomiendo muchísimo):
“Muchas de las obras de Füssli son ventanas sobre el mundo de los sueños, y no únicamente por su tema, sino sobre todo por su peculiar “maniera”. pero, paradójicamente, la Pesadilla es uno de sus cuadros menos oníricos y prsenta más el aspecto de un emblema que el de una fantasía, a pesar de que su escenografía sofocante haga nacer en el espectador no solo preguntas, sino sobre todo sensaciones. Es, más que un sueño, un jeroglífico depravado, cuyas claves no poseemos en su totalidad, porque algunas de ellas son inconscientes; un interrogante que el pintor se dirige a sí mismo y dirige a los demás”
13 noviembre, 2007 - 20:51
Hola Javier, gracias por tu mención a Philo Ousia en la entrada. Me ha encantado el artículo que viene a enseñarme mucha información que no sabía. Es muy interesante el tema de la Old Hag así como su relación (la de su padre) con este movimiento -el Sturm und Drang- que tantas maravillas aportó al arte y también a la filosofía (puesto que, posteriormente para los románticos, ambas estarían indisolublemente unidas). Tampoco conocía el texto de Pilar Pedraza. Gracias Aura, me lo apunto para mis próximas adquisiciones. Como siempre es un placer pasar por aquí.
Un saludo,
F.
14 noviembre, 2007 - 20:51
Aura: Muchas gracias, como siempre, por el apunte. No conocía el texto que mencionas, así que trataré de localizar un ejemplar del libro, tiene muy buena pinta, por lo que leo. Gracias por ampliar la información. Ah! y por favor, tutéame, estás en tu casa
Filousia: Me alegro mucho de que el post te haya resultado de interés. Creo que se complementa muy bien con el que tú escribiste, y que me animó tanto a preparar el mío. Seguiré muy pendiente de tu página, a la espera de que otro de tus escritos me de otra vez nuevas ideas.
Saludos y muchas gracias
18 noviembre, 2007 - 20:09
Javier, has leido la noticia sobre posibles notas musicales en “la ultima cena” de da vinci?
19 noviembre, 2007 - 21:58
Hola Asier!
Sí, he leído la noticia, aunque no he tenido tiempo de ver con calma que es lo que cuentan exactamente en su blog. A primera vista no te podría decir el grado de fiabilidad. En principio, parece menos descabellado que la otra “hipótesis” propuesta recientemente sobre la superposición de dos imágenes de La última cena, en la que supuestamente se ve a un templario, un cáliz, etc…
Tengo pendiente un post sobre La última cena, espero poder recoger en él todos estos asuntos.
Gracias y un saludo,
Javier
5 febrero, 2008 - 13:20
Javier ;
Leía un ensayo “La Pesadilla” de Jorge Luis Borges del libro: Siete Noches, que tiene una de las versiones de la Pesadilla de Fuseli como portada.
Los ensayos de Borges despiertan siempre la curiosidad , y ésta a su vez me ha hecho llegar hasta este sitio.Te recomiendo el ensayo muy relacionado con el tema.
Saludos,
Aidee
23 abril, 2008 - 19:16
Este Arte me gusta mucho, un saludo a todos los pintores y escritores.
22 julio, 2008 - 11:08
Un artículo muy interesante. En general he estado viendo tu blog y me parece fantástico. Un buen lugar para recomendar a mis alumnos que tan inclinado se sienten por este tipo de temas
22 julio, 2008 - 11:37
Muchas gracias Vicente por el comentario. Me acabo de pasar por tu blog y lo añado inmediatamente a mi blogroll.
Saludos!
22 noviembre, 2008 - 19:22
La pintura de Fuseli es magnífica es tan macabra. Eso que nombras me pasó a mí el pasado verano y fue muy real.Era como estar medio despierto y alguien te oprimiera la cabeza, como si te sintieras impotente mientras a alguien que no ves se apodera de ti, es algo muy raro y me ha pasado en dos ocasiones.Parece que se te fuera a desbocar el corazón.
28 marzo, 2009 - 07:14
que buena descripción
1 septiembre, 2009 - 11:35
Conocía esta obra y siempre me llamó la atención el caballo de fondo, porque al titularse “La pesadilla” la referencia al demonio es muy directa y fácil de entender. Pero…el caballo?. En la otra obra que publicas, “El íncubo abandona a las jóvenes durmientes” vemos cómo desaparece éste, a caballo. Al parecer el demonio se desplaza a caballo…esto tiene mucho más sentido ,y nos ayuda un poco a entender los elementos de la obra, si se tiene en cuenta que pesadilla, en inglés, se dice nightmare, que literalmente significa yegua nocturna.
6 octubre, 2009 - 06:37
Estoy haciendo un trabajo practico sobre la obra y me aporto muchisimo lo que dice en este blog, muchisimas gracias!!
Me sorprendio mucho lo de “nightmare”, que es tan obvio pero a la vez nunca se me habia ocurrido!
gracias a todos!
saludos
19 octubre, 2009 - 08:14
Mis saludos a todos.
Aprovecho este lugar para contarles que tuve 2 episodios de paralisis del sueño cuando tenia 14 años. Fue la experiencia mas terrorifica de mi vida, simplemente no se peude explicar a aquellos que no la tuvieron.
En mi caso soy un individuo sano sin ningun trastorno del sueño aunque si muy dormilona.
Por mucho timepo pense que fui poseida, si, muy ignorante. Naturalmenete la gente se crea esta idea porque no encunetra explicacion pero por suerte encontre en wikipedia un articulo sobre este fenomeno.
Les cuento mi experiencia:
Usualmente me suelo dormir pensando pero esta vez tenia los ojos abiertos y estaba mirando al techo pero como pensaba muy pofundamnete la vista es como que se cegaba por los pensamientos. Y a todo esto normal empiezo a sentir un leve cosqielleo en el cuerpo y luego no lo podia mover estaba dura sentia como si flotaba en el aire pero al mismo tiempo era inceiblemente pesada, sentia presion por todo el cuerpo y especialmente en el pecho. Mi corazon latia muy rapido por la impresion que me daba la situacion. Simultáneamente sentia una presencia invisible que estaba en todos lados y lo peor es que no podia voltear la cabeza porque estaba paralizada. Trataba de gritar pero no podia mover mi lengua. Esta presencia estaba cerca lejos arriba abajo en todos lados y no podia hacer nada.
A los pocos dias tuve otra y despues nunca mas.
La obra “la pesadilla” no puede mostrar de mejor manera la experiencia del paralisis del sueño.