La Biblia del Diablo, en Praga
El Maligno está de visita en Praga. O al menos, una de las obras que –según la leyenda– ayudó a hacer con sus propias manos. Se trata de Codex Gigas, un impresionante manuscrito medieval considerado el más grande dentro de su tipología (pesa 75 kilos y posee 624 páginas) y que es conocido como la "Biblia del Diablo".
Según cuenta la tradición, un monje condenado a ser enterrado vivo tras haber cometido un horrible crimen prometió escribir una hermosa Biblia en una sola noche, a cambio de que le fuera perdonada la vida. Una vez se puso manos a la obra, y viendo que le era imposible cumplir lo prometido, decidió pedir ayuda al mismísimo demonio. Éste le ayudó a cumplir el reto, pero a cambio tuvo que incluir una imagen suya en el libro (la página que podéis ver un poco más abajo).
Tal y como decía al principio, el Codex Gigas está ahora en Praga, con motivo de una exposición temporal (entre el 20 de septiembre de 2007 y el 6 de enero de 2008) que ha conseguido traerlo de vuelta a la tierra donde se creó. Esta muestra ha sido posible gracias a unas arduas negociaciones entre diplomáticos checos y suecos, pues el valioso manuscrito se encuentra normalmente en Suecia (custodiado en la Biblioteca Real) desde que en 1648, al concluir la Guerra de los 30 años, las tropas suecas saquearan el Castillo de Praga, llevándose consigo el Codex.
Los expertos creen que la Biblia del Diablo fue escrita a comienzos del siglo XIII por un monje benedictino del monasterio de Podlazica, a unos 100 kilómetros de Praga, y su elaboración se prolongó durante unos 10 o 12 años. En sus 624 páginas –originalmente eran algunas más, 640– recoge buena parte del saber que tenía la orden benedictina de la época. Además del Antiguo y el Nuevo Testamento, el libro recoge también La guerra de los judíos, de Flavio Josefo, la Chronica Beomorum (Crónica de los checos), una lista de santos y un método para determinar con exactitud la fecha de la Semana Santa.
Hasta que las tropas suecas se llevaron la preciada pieza, la demoníaca biblia había pertenecido al emperador Rodolfo II, un monarca que como ya dije el otro día, estuvo muy interesado en el ocultismo, la astrología, la alquimia y otras ramas "oscuras" del conocimiento, y de quien hablaremos en profundidad otro día. El Codex Gigas era una de sus piezas más preciadas, que formaban parte de la colección de objetos extraños que reunía en su Gabinete de Maravillas.
Así que ya sabéis. Si tenéis pensado visitar la mágica ciudad de Praga en los próximas días, semanas o meses (hasta el 6 de enero), podéis visitar la Biblioteca Nacional de Praga y contemplar con vuestros propios ojos las viejas páginas de esta Biblia que, según dicen, el propio Diablo escribió…
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El laboratorio del alquimista (III)
Tras un silencio más prolongado de lo habitual, hoy os traigo una nueva entrega de la serie El laboratorio del alquimista. En esta ocasión quería hablar de una pintura del artista flamenco Jan van der Straet, más conocido como Giovanni Stradanus o Stradano (Brujas 1523 - Florencia 1601).
Stradanus pasó su primera etapa artística en Amberes, donde formó parte de la Cofradía de pintores de San Lucas, pero en 1550 se trasladó a Florencia, entrando a formar parte de los artistas que trabajaban para la familia Médici. Y precisamente, la pintura que acompaña estas líneas, titulada Francisco I experimentando, representa a este miembro de los Médici (abajo a la derecha, con barba) en medio de alambiques y retortas de alquimista.
El cuadro, que data de 1570 y mide 117 x 85 centímetros, tiene una curiosa historia detrás. En realidad no fue concebido como una obra independiente, sino que forma parte del llamado Studiolo de Francisco I en el Palazzo Vecchio de Florencia. Al igual que muchos otros poderosos a lo largo de la Historia, Francisco I de Médici, Gran Duque de Toscana, se mostró vivamente interesado por ciertas doctrinas heterodoxas (ya vimos en anteriores ocasiones que era algo bastante habitual). El hijo de Cosme I se mostró poco atraído por la política, y decidió entregar su tiempo y su dedicación al estudio de la ciencia, la alquimia y las artes en general.
Resultado de estas aficiones es el citado Studiolo, una pequeña habitación o aposento en el que Francisco quiso reunir numerosos objetos extraños, curiosos o extravagantes que había ido recopilando con los años. Esta costumbre de crear un Gabinete de Maravillas fue bastante habitual entre algunos nobles y monarcas, como es el caso del emperador Rodolfo II, otro personaje de noble cuna fascinado por el ocultismo y el hermetismo (otro día nos ocuparemos de él). Al parecer, el Studiolo no fue utilizado únicamente como gabinete para albergar rarezas, sino que su propietario lo empleó también como laboratorio alquímico, oficina y lugar para ocultarse.
Su creación se remonta al invierno de 1569-70, fecha en la que el Médici encargó la decoración de la pequeña estancia. El proyecto estuvo dirigido por el célebre Giorgio Vasari, aunque con la ayuda de Vincenzo Borghini –en aquel entonces a la cabeza de la Academia– y se encargaron pinturas a distintos artistas, entre ellos a Stradanus.
La decoración del Studiolo se organizó principalmente en torno a los 4 elementos –tierra, aire, fuego y agua–, aunque también se tuvieron en cuenta las 4 estaciones y los 4 temperamentos. De este modo, los distintos objetos que había reunido Francisco I se custodiaron en 19 armarios distribuidos en los cuatro muros de la estancia (muro tierra, muro aire, muro fuego y muro agua). Junto a cada uno de estos armarios se dispuso una pintura representando una escena relacionada con los objetos guardados allí. Una de estas pinturas era, precisamente, la que he escogido hoy, en la que se puede ver el interior de un laboratorio alquímico, en el que trabaja afanosamente el mismísimo Francisco I.
Por lo visto, la colección de rarezas de Francisco I creció tanto que el Studiolo se quedó pequeño, y fue desmantelado a finales del siglo XVI. Las pinturas y esculturas allí conservadas se dispersaron, situación que se prolongó hasta 1910, fecha en la que volvió a montarse el Studiolo. Sin embargo, parece ser que se "reconstruyó" de forma incorrecta.
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